¿Qué es la terapia cognitivo-conductual (TCC)?
Se trata de un modelo terapéutico que busca abordar los pensamientos, emociones, conductas y respuestas fisiológicas de las personas para identificar los elementos que provocan el desajuste o malestar psicológico y sustituirlos por otros más adaptativos. Para ello utiliza un conjunto de técnicas compuestas basadas en dos grandes teorías de la psicología, la teoría cognitiva y la teoría conductual. Mahoney (1974) indica que “la mezcla cognitivo conductual surgió como resultado de no considerarse, dentro del análisis experimental de la conducta, el papel de los eventos privados; los sentimientos y los pensamientos”.
La conducta se considera observable, mientras que los procesos cognitivos y emocionales no son observables, estos componentes de la teoría forman el triángulo cognitivo-conductual.
Este modelo esta siendo el más avalado por la investigación, se encuentran resultados solidos a favor para el tratamiento de trastornos de ansiedad, de alimentación, control de la ira y estrés en general. Se basa más comúnmente en el modelo de diátesis-estrés donde, tanto lo innato (factores genéticos o cerebrales, o diátesis), como lo adquirido (factores ambientales y estresantes), son los causantes del desarrollo de trastornos o problemas de conducta.
Ambos factores interactúan en una fase inicial, momento en el que se origina una conducta, esta es causada por los factores de inicio, y posteriormente, en el mantenimiento de esa conducta, identificaremos los factores de mantenimiento. La TCC se centra en trabajar los objetivos terapéuticos dándole más importancia a los factores de mantenimiento de la conducta actual, siendo estos los que ocurren o se producen en el momento presente de cada individuo y por tanto sobre los que se puede intervenir para mejorar la salud mental de las personas.
Referencias:
Hayes, S. C. y Hofman, S.G. (2022) Hacía una terapia basada en procesos (TBP). Psara Ediciones.
Mahoney, M. J. (1974). Cognition and behavior modification. Ballinger.
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